El estado de salud de CarlÃn Calvo es irreversible
“Ya no reconoce a los que tiene alrededor”, aseguran.
Jueves, 12 de noviembre de 2020
Carlín Calvo fue internado, hoy a la mañana en un centro médico -de alta complejidad- para recibir atención permanente ya que su condición es irreversible.
“Lo trasladaron a un lugar con atención y cuidados las 24 horas porque es lo que necesita en este momento”, explicó Andrea Taboada hoy en LAM (el programa de canal 13 que conduce Angel de Brito).
No reconoce a nadie
Y agregó: “Ya no reconoce a los que tiene alrededor”.
Un calvario que comenzó en 1999
El actor, de 67 años, sufrió dos ACV -el primero fue en el 1999 y el segundo en el 2010- y la última vez que estuvo internado fue en diciembre del 2019 en el sanatorio La Trinidad.
Con su hijo y ya con secuelas del ACV.
Durante estos meses de cuarentena, se habían restringido las visitas del personal que lo asistía en su casa y esto, claro, terminó deteriorando su estado de salud.
Precisamente por ello fue Carina Galucci, su exmujer y madre de sus hijos, quien decidió hoy a la mañana que lo internaran ya en forma permanente.
El actor estaba viviendo en un departamento de Belgrano, con un sistema de internación domiciliaria, pero ya no era suficiente: empezó a necesitar más cuidados.
Siempre contó con el apoyo de Galucci y de sus amigos, especialmente de Javier Faroni que, en estos años, ha demostrado ser una de las personas más incondicionales con el actor.
Precisamente por ello, Faroni fue uno de los que participó de la decisión familiar de internar a Calvo en el día de hoy.
Dos ACV
El primer ACV fue en el ´99 y el tratamiento de rehabilitación lo hizo en Cuba
En 1999 el actor sufrió su primer ACV y, luego de pasar varios días internado en el Instituto Argentino del Diágnóstico, viajó a Cuba para recuperarse. Lo logró y retomó su carrera artística con el programa de televisión El hacker.
Sin embargo, en el 2010, minutos antes de salir al escenario en Mar del Plata con la obra Taxi, padeció un segundo ataque que le dejó problemas en el habla y en su movilidad, entre otras secuelas, y ya nunca más se pudo recuperar.
Es más, a partir de ese momento requirió cuidados en su casa porque ya no pudo manejarse más por sus propios medios.
La última internación fue a fin del año pasado -por una infección generalizada que habría sido producida por la mala colocación de una sonda vesical- y, a los pocos días, volvió al sanatorio de La Trinidad por una infección pulmonar.
Lamentablemente, hoy su estado es muy delicado.