Recomendación del dÃa: el incierto origen de la palabra alirón
Fundación del Español Urgente - Fundéu - BBVA.
Domingo, 15 de mayo de 2016
Mineros jubilosos en un yacimiento de hierro, dos cupletistas rimando versos, un pasillo en honor a los jugadores del Barcelona tras proclamarse campeones del torneo liguero… ¿Existe alguna relación entre estas tres imágenes?
La respuesta es sÃ. Y, para no escatimar datos, diremos que es el término alirón.
Cuando apenas faltan unas horas para saber quién podrá entonar el famoso cántico tras haberse proclamado campeón de la Liga BBVA, los medios informativos están empleando acertadamente este sustantivo de génesis tan curiosa como incierta: «El Barcelona, a un paso del alirón», «El Madrid prepara el alirón»… Pero ¿de dónde procede esta palabra?
Según la teorÃa quizá más divertida (y divertir es entretener, pero también desviar), este vocablo nace en el siglo XIX cuando mineros británicos llegados a la costa vasca marcaban las vetas que solo contenÃan hierro escribiendo en ellas all iron (‘todo hierro’).
Como quiera que tales hallazgos se recompensaban económicamente, la expresión se asoció a lo festivo y a partir de ahÃ, si la teorÃa es cierta, el don de lenguas y la pronunciación fidelÃsima hicieron el resto: ¿all iron en inglés?, ¡a la española alirón!
En un ambiente más farandulero, también se cuenta que la cupletista Teresita Zazá modificó una copla de Marietina y de un primer «¡Alirón, alirón!, ¡pon, pon, pon!» se pasó a «¡Alirón!, ¡alirón!, ¡el Athletic, campeón!». La rima caló y, desde entonces, cada vez que un equipo gana un torneo pone su nombre al estribillo y el aficionado lo corea ebrio de entusiasmo.
Por su parte, la Academia no incluye alirón en su Diccionario de la lengua española hasta su vigesimosegunda edición, publicada en 2001. La docta institución, alejándose por completo de estas teorÃas, la hace remitir al arabismo al’il‘l?n (‘proclamación’), en consonancia con lo que ya indicaba Federico Corriente en la entrada lailan de su Diccionario de arabismos y voces afines en iberorromance.
No debÃa de estar tan claro, porque en la siguiente edición del Diccionario, la de 2014, se prefirió eliminar esa explicación y sustituirla por una mucho más escueta en la que solo se señala que se trata de una expresión «de origen desconocido».
¿Cuál es la verdad? Sin duda, la única verdad impepinable es que solo dos aficiones han llegado a la última jornada en condiciones de entonar el alirón. Y que solo una lo hará.