Recomendación diaria: verbos con pronombre añadido, acentuación
Fundación del Español Urgente -FundéuRAE-
Viernes, 17 de noviembre de 2023
Las palabras formadas por un verbo con uno o varios pronombres añadidos al final (dímelo, cayéndose, deme, abrírtelo…) se acentúan según las normas generales y con independencia de si la forma verbal que las origina lleva tilde o no.
Uso inadecuado
- Dése un vuelta por el arte con las exposiciones virtuales del mes.
- Conectáte con vos misma: respirá y observá el movimiento del cuerpo al respirar.
- La joven ha ido encontrandose con distintos productos de la gastronomía española por los pasillos del supermercado.
Uso adecuado
- Dese una vuelta por el arte con las exposiciones virtuales del mes.
- Conectate con vos misma: respirá y observá el movimiento del cuerpo al respirar.
- La joven ha ido encontrándose con distintos productos de la gastronomía española por los pasillos del supermercado.
Como señala la ortografía académica, los pronombres me, te, se, lo/la, le, nos, os, los/las, les que van pospuestos al verbo se escriben unidos a este formando una sola palabra y esta se somete a las normas de acentuación generales.
Se adjuntan en la lengua actual (con excepciones que explica la gramática académica) a las formas no personales del verbo —?infinitivo (mirarte) y gerundio (mirándote)— y al imperativo (dele).
Estos pronombres, que son siempre átonos, se denominan clíticos (proclíticos si van delante del verbo y enclíticos si van detrás).
Aunque hasta 1999 la Ortografía establecía otros criterios, desde ese año señala que las formas verbales así creadas siguen las normas generales de acentuación: habrase o dele no se tildan porque son palabras llanas acabadas en vocal, mientras que entiéndelo o duérmete sí se tildan porque son palabras esdrújulas.
Esta norma incluye los imperativos en las formas de voseo, que pueden perder la tilde (de callá es callate y no calláte, por ser llana acabada en vocal) y la forma verbal dé, que pierde la tilde diacrítica en dele o deme (no déle ni déme), ya que no son monosílabos ni hay posible confusión con la preposición de.