El labrador que no se separa de su dueño ni cuando está internado
"Lo es todo para el", dijo la mamá del niño que padece de autismo.
Sábado, 20 de febrero de 2016
La historia es conmovedora, por eso logró hacerse viral en las redes sociales. James, un niño autista de 9 años de la ciudad neozelandesa de Wellington, confÃa en su perro labrador negro para mantenerlo a salvo y calmarle.
El pequeño no puede hablar y rehuye todo contacto con su familia, incluido el visual. Sin embargo, puede juntarse alegramente a Mahe. "Mahe es su mejor amigo, lo es todo para el", explicó Michelle, la madre de James.
Tan importante es el vÃnculo que el niño tiene con Mahe que le fue permitido estar junto a el en el hospital infantil de Wellington cuando James fue a realizarse unas pruebas que le causan ataques.
Cuando su dueño llegó anestesiado "el solo podÃa mirarlo fijamente, con verdadera preocupación". Mientras la madre de James esperaba a que el escáner del pequeño terminase, Mahe también se sentó a su lado para calmarla.
La vida de la familia entera cambió cuando Mahe llegó a sus vidas: "No podÃamos ir ni a tomar un café. James se ponÃa muy nervioso y querÃa irse inmediatamente. Pero cuando Mahe llegó, James se sentaba ahà esperando a que termináramos nuestros cafés", explica Michelle.